Abstract
Este artículo realiza un análisis de la intervención militar estadounidense en Afganistán e Iraq. Estas campañas han puesto a prueba la imponente maquinaria bélica americana y han revelado tanto el cambiante rostro de la guerra como los límites del nuevo estilo militar surgido de la Revolución en los Asuntos Militares. Ello está obligando a Washington a revisar la estructura de fuerzas y mandos, el catálogo de capacidades, el patrón de despliegue global y a rede nir el proceso de transformación militar del país para enfrentarse con éxito a los requerimientos presentes y futuros.
Highlights
Los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 conmocionaron al mundo y provocaron la inmediata reacción de Washington que optó por responder a los ataques invadiendo Afganistán para derrocar al régimen talibán, detener a los responsables de los atentados y acabar con este santuario terrorista
En octubre de 2001 arrancó la Operación Libertad Duradera con el bombardeo de varios objetivos estratégicos –sistemas de defensa aérea, centros de mando y control, infraestructuras vitales– y la incursión de pequeños grupos de operaciones especiales, infantería ligera y equipos de la Central de Inteligencia (CIA) apoyados permanentemente por la Fuerza Aérea y la Alianza del Norte, una coalición ad hoc de clanes rivales unidos por su origen no-Pashtun y su odio a los talibanes
Este rotundo éxito logrado por una pequeña e innovadora fuerza-conjunta, combinada e interagencia, constituida ad-hoc para la misión y compuesta por elementos tan heterogéneos como unidades de operaciones especiales, infantería ligera, agentes de inteligencia y milicianos afganos apoyados permanentemente desde el aire, equipada con avanzadas tecnologías5 y novedosos procedimientos como las operaciones en red o la dominación rápida que, sin embargo, demostraron enormes carencias que volverían a demostrarse en Iraq,6 provocó tal euforia y autocomplacencia entre la clase política y militar del país que obviaron los límites de este estilo militar y proporcionaron una falsa sensación de seguridad que Estados Unidos pagaría poco después (Kagan, 2006: 287-99)
Summary
— EL FRACASO DE LA COMUNIDAD DE INTELIGENCIA DE ESTADOS UNIDOS EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001: ¿FALLAS HUMANAS O SISTÉMICAS? — EL DERECHO INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEO: RELACIÓN ENTRE LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO JEANNETTE IRIGOIN BARRENNE. — DERECHOS HUMANOS Y SEGURIDAD INTERNACIONAL: EL ROL DE LAS EMPRESAS EN ZONAS INESTABLES DANIEL SOTO MUÑOZ
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