Abstract
La Iglesia en la búsqueda de establecer una sociedad esclavista y católica al mismo tiempo, construyó una estructura legal que permitió que a todos los integrantes de la nueva sociedad colonial se les reconociera sus derechos espirituales. De esta forma, el bautismo, matrimonio, extremaunción, etc., eran derechos inalienables a todo ser humano, así fueran esclavizados, reconociéndoles su derecho a la libre elección matrimonial y a la cohabitación. Estableciendo penas pecuniarias y la excomunión para aquellas personas que interfieran en el normal desarrollo de los derechos sacramentales. Toda esta legislación se plasmó en los Concilios Limenses, Concilios Provinciales Mexicanos, Sínodos de Lima, Puerto Rico, Cuba, etc.
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