Abstract
La fuente de Hércules y Anteo es la más monumental de todas las que embellecen los jardines que componen el Real Sitio de Aranjuez. Encargada en 1795 por Carlos IV al escultor Juan Adán, su comisión se encuadra en un periodo de transformaciones importantes en Aranjuez, en especial en el Jardín del Príncipe donde el rey estaba creando su capricho, la Real Casa del Labrador, su mayor empeño decorativo.La localización de la cuenta general de la obra de la fuente, redactada por Juan Adán en 1805, ha permitido conocer su proceso constructivo, los cambios de planteamiento y de ubicación y las vicisitudes de tan ambicioso proyecto.
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