Abstract

El empleo público, como recurso social escaso, ha sido convertido en fortín político o en la posibilidad de materializar el interés individual y caprichoso del servidor que representa al Estado empleador, a través de efigies como la discrecionalidad administrativa. La denominación y el significado ambiguo de esta potestad viabiliza, por efectos de conveniencia, desconocer las implicaciones del Estado Social de Derecho, los principios mínimos fundamentales de la relación laboral y los derechos fundamentales del trabajador. La connivencia resistente a las transformaciones que refleja el legislador y las posturas altamente distanciadas entre las instancias de cierre del poder judicial alimentan, por una parte, el gobierno de la ley por encima de los contenidos normativos supra. Por la otra, tornan selectiva la posibilidad de las personas de encontrar una protección efectiva de sus derechos. Ambas posturas son altamente deletéreas para el modelo neoconstitucional.

Full Text
Paper version not known

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call

Disclaimer: All third-party content on this website/platform is and will remain the property of their respective owners and is provided on "as is" basis without any warranties, express or implied. Use of third-party content does not indicate any affiliation, sponsorship with or endorsement by them. Any references to third-party content is to identify the corresponding services and shall be considered fair use under The CopyrightLaw.