Abstract

El presente artículo parte de la afirmación de que la historia de la filosofía se ha objetualizado en escritos, obras y discursos, que constituyen la base de su recepción. Se indaga en segundo lugar si esta recepción permite captar lo más propio de lo que es la filosofía y no solamente la comprensión de la misma desde la perspectiva europea. Con base en este punto de partida se reflexiona en torno al carácter propio de la filosofía en Martin Heidegger, resaltando la influencia de ésta más allá de su recepción académico-institucional (caso de los Cuadernos negros, por ejemplo). Los puntos fundamentales que se enuncian al respecto son: a) no se puede decir que Heidegger tenga una filosofía, pues él mismo no admite etiqueta alguna, b) si la actividad filosófica se convierte en una profesión –se institucionaliza–, cuya técnica consiste en poner simplemente en relación la lectura de textos, se pierde allí lo que realmente debe acontecer: el pensar mismo, c) es por ello que con el pensar mismo no se trata de resultados alrededor del conocimiento, sino de caminos y encaminamientos (Be-Wegung), d) tal pensar no produce conceptos estables, sino términos que en el movimiento del pensar se transforman y conducen a neologismos, e) de esta manera el asunto del pensar es un Nicht-Sache o un Un-Sache, algo no señalable, f) en la pregunta por el sentido del ser se despliega el espacio y el tiempo en el que se puede encaminar el pensar.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call