Abstract
El articulo da cuenta de lo heterogeneo del movimiento feminista, en el sentido de que no se puede hablar de feminismo, sino de un complejo conjunto de feminismo/s que integran movimientos sociales, corrientes ideologicas y teorias emanadas de la antropologia de genero. El objetivo del estudio ha sido establecer una propuesta de clasificacion para los diferentes feminismo/s utilizando una metodologia cualitativa basada en la realizacion de un analisis documental y un grupo nominal como tecnica de consenso, en el marco de un programa educativo para profesionales del area del trabajo social adscritos a un master de formacion postgrado. Los resultados muestran una clasificacion epistemologica de los diferentes feminismo/s segun se fundamenten en presupuestos economico-politico-religiosos o en el replanteamiento de categorias como los roles sexuales o la dicotomia natural/artificial. Principio clasificatorio que da pie a reflexionar sobre la pertenencia de las diferentes categorias al feminismo de la «igualdad» o la «diferencia», asi como de su coincidencia con los postulados teoricos nacidos de la antropologia de genero.
Highlights
El feminismo es un conjunto heterogéneo de movimientos sociales con vertientes ideológicas, políticas, económicas y culturales tan dispares que no se puede hablar de feminismo, sino de feminismo/s
The results show an epistemological classification of the different feminism/s as they are based on economic-political-religious budgets or on the rethinking of categories such as sexual roles or the natural / artificial dichotomy
Vindicación de los derechos de la mujer
Summary
El feminismo como movimiento social histórico se puede demarcar en dos fases, un primer momento durante la Ilustración, ligado a la reivindicación de los derechos de la mujer, y una segunda fase en la que se desarrolla el feminismo moderno a lo largo de tres oleadas (Sole, 1995) (Tabla 1). En este marco se mueven obras como “La Ciudad de Damas” ([1405]2013) de Chistine Pizan, donde se hace una argumentación alegórica de las virtudes de la mujer a través de figuras ilustres de la historia, sirviendo de contraargumentación a la visión femenina que se plasma en la segunda parte del libro de poemas “Roman de la Rose” escrito por Jean de Meung entre 1275 y 1280. Pero sin lugar a dudas el máximo exponente de esta primera fase lo encontramos en la figura de Mary Wollstonecraft que en su obra “Vindicación de los derechos de la mujer” ([1972]2019) acaba con las defensas feministas en forma de memorial de agravios pasar a la literatura de reivindicación propiamente dicha. La incorporación masiva de las mujeres norteamericanas durante la Segunda Guerra Mundial para cubrir las vacantes masculinas supuso un punto de partida, realidad paradójica que tendría como contrapartida el hecho de que muchas mujeres fueran otra vez dirigidas a sus atribuciones tradicionales tras el final de la guerra
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