Abstract
En este artículo se analiza la política (para)diplomática del Gobierno vasco en el exilio en Estados Unidos entre 1936 y 1979 y sus relaciones con el exilio antifranquista en la búsqueda de un objetivo común: la recuperación de la democracia en España. En sus relaciones con Estados Unidos, el Gobierno vasco buscó el apoyo del exilio antifranquista. Para ello, el think tank vasco impulsó la estrategia atlantista, que se centró en utilizar como arma negociadora el mantenimiento de la unidad de la oposición democrática al régimen ante los diplomáticos estadounidenses. Así, se analiza la elaboración y despliegue de esta estrategia a lo largo de diferentes fases, prestando especial atención a las sinergias y reparos existentes hacia esta política. Por último, se estudia su evolución atendiendo tanto a los diferentes agentes e instrumentos del Gobierno vasco como a las relaciones y conversaciones políticas que estos mantuvieron con el resto de las organizaciones de la oposición democrática al régimen.
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