Abstract


 Este artículo analiza el impacto de las victorias militares obtenidas por el duque de Vendôme en Brihuega y Villaviciosa de Tajuña los días 9 y 10 de diciembre de 1710 en las conversaciones conducidas por la diplomacia francesa durante las fases preliminares a los acuerdos de paz de Utrecht. Gracias a la inercia adquirida en el campo de batalla, el marqués de Torcy, a través de distintos agentes, sondeó soluciones alternativas a las negociaciones de paz con Gran Bretaña, cada vez más avanzadas. Esta aproximación pragmática a las posibilidades que ofrecía el triunfo militar nos permite destacar la relevancia de la batalla como un evento diplomático con la capacidad de influir en los procesos de paz y, en un sentido más amplio, propone una perspectiva que subraya la diplomacia a través de la fuerza como parte integral de las relaciones internacionales.

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