Abstract

En el presente artículo se abordan los antecedentes cercanos a la constitución del Banco de España - 1856-, partiendo de su antecesor el Banco Español de San Fernando, si bien su origen realmente se encuentra en 1782 con la fundación del Banco de San Carlos. Asimismo se analizan los cambios bancarios iniciados en esa época como consecuencia de un nuevo marco normativo. Esa configuración determinaría la base de donde arranca la banca española actual.
 El entorno económico fue impulsado por una legislación en varios frentes más favorable, lo que facilitó la entrada de capitales extranjeros como vía de fomento en el desarrollo económico del país.
 En un nuevo orden, la situación tradicional de supremacía del Banco de España en el sistema bancario se ve reducida y aumenta la presión por nuevos competidores directos, las Sociedades de Crédito, auténticos Bancos Privados bajo otra denominación. Por otro lado, el Banco debe aprender a asumir una oposición en las Juntas de accionistas a sus criterios de gestión, administración y contabilidad.
 Las pretensiones de los accionistas, algunas de ellas compartidas por individuos de los Órganos de gobierno del Banco de España, respecto a valoraciones del Balance a precios de mercado en Deuda e inmuebles, en contra del vigente principio del precio de adquisición; mayores exigencias de información contable; el modo de aplicar el principio del devengo e incluso los propios modelos de Balances publicados, fueron temas candentes con un trasfondo contable. Estos temas, incluso llevaron a pensar en renunciar al mismo Gobernador, máximo responsable de la Institución, y cuyo nombramiento correspondía al Gobierno y no a los accionistas.
 Al hilo de temas contables también otros supusieron debates y réplicas por parte del Banco en defensa de su actuación, y conservación de su reputación.
 Parece que en los tiempos actuales muchos de los argumentos que pueden utilizarse en defensa de unos fundamentos contables y en contra de otros, están superados. Sin embargo, la conclusión es que las mismas razones que aquellos esgrimían no ha mucho tiempo se han vuelto a escuchar con motivo de la aceptación de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) en Europa. Unos 150 años después, de alguna manera, la cera sigue ardiendo en el candil de las controversias.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call