Abstract

El Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en vigor desde 1970 legitimó la tesis de Occidente de que hay estados más racionales y estables que otros para poseer un arsenal nuclear. Aunque las diferencias entre estados existen, una división binaria entre un mundo civilizado y racional y otro bárbaro e irracional no contribuye a explicar la diversidad de fenómenos en la arena internacional, antes bien, obtura esa posibilidad. La Guerra contra el Terrorismo, declarada por Estados Unidos en 2001, exacerbó su postura estratégica etnocéntrica y le permitió implementar políticas y acciones de contraproliferación nuclear desproporcionadas en países como Irak, Libia e Irán. A partir del análisis sobre etnocentrismo y seguridad del teórico británico de las Relaciones Internacionales, Ken Booth, el presente artículo explica las contradicciones de la narrativa dicotómica occidental en referencia a la proliferación nuclear en Oriente Medio, sintetizada en tres postulados: primero, la disuasión nuclear no es posible debido a la inestabilidad política de los actores; segundo, los países de Oriente Medio carecen de capacidades técnicas para la posesión de armas nucleares y tercero, el gasto militar nuclear contraviene al desarrollo de estos países.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call