Abstract

Ciertas prácticas de crianza se asocian con los problemas severos de conducta infantil. El objetivo del estudio fue evaluar la relación entre las prácticas de crianza y el reporte de los distintos problemas severos de conducta en niños. Participaron 466 padres de 37 años de edad, distribuidos en cinco grupos: 1) con niños sin problemas de conducta, 2) con oposición y desafío, 3) oposición-agresión, 4) oposición-agresión-inatención-hiperactividad, y 5) oposición-inatención-hiperactividad. Se utilizaron el Inventario de Prácticas de Crianza, el Cuestionario de Parentalidad de Alabama y el Inventario de Conducta Infantil. A través de un análisis multivariado y otro de ecuaciones estructurales se obtuvo un ajuste de los datos con una X2(1711) = 10190,41; p = 0.000, un CFI = 0,89, un RMSEA = 0,044 y un SRMR = 0,075. El 56% de los padres reportaron problemas severos de conducta infantil. La conducta agresiva parece jugar un papel en la asociación de las prácticas negativas (castigo corporal o inconsistencia en la disciplina) y positivas (interacción social e involucramiento positivos) con los problemas severos de conducta. La oposición y el involucramiento positivo predijeron la agresión (r2 = 0,78; r2 = -0,21, respectivamente); el castigo corporal predijo oposición (r2 = 0,70); la inconsistencia la inatención (r2 = 0,26); y el castigo (r2 = 0,22), el castigo corporal (r2 = 0,23) y la inconsistencia (r2 = 0,30) la hiperactividad. Estudios posteriores evaluaran el efecto del entrenamiento de las prácticas positivas sobre la reducción de la conducta problemática infantil.

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