Abstract

In the United States, tortious claims arising from harm to animals are no longer unusual or rare, yet remain largely subject to historic common law and "[t]he status of animals as property under the law weighs heavily into the causes of action that may be asserted and the nature and extent of damages that may be awarded." One example is Tennessee's "General Patton Act of 2003," which provides noneconomic (or "punitive") damages for "the loss of the reasonably expected society, companionship, love and affection of the pet." However, state courts are permitted to—and do—apply different legal standards to address the evolving role of animal claims in tort.

Highlights

  • En Estados Unidos, las reclamaciones de responsabilidad civil, derivadas del daño a los animales ya no son inusuales o poco frecuentes, como lo eran antes

  • No todas las cortes reconocen la reparación por negligente de daño emocional (NIED), independientemente de si la persona directamente perjudicada es un ser humano o un animal, y los que sí la reconocen, restringen la indemnización "a las circunstancias en las que el demandante sufre una angustia emocional severa con manifestaciones físicas después de presenciar un incidente que hiere o mata a un familiar cercano."[9]

  • Otros tribunales otorgarán compensación por daños emocionales o permitir indemnización por un comportamiento del veterinario particularmente atroz

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Summary

Producción intencional de daño emocional

Generalmente la acción por producción intencional de daño emocional (IIED) por sus siglas en inglés (Intentional Infliction of Emotional Distress), o el "tort of outrage" tiene los siguientes elementos:. Las reclamaciones IIED están supeditadas a los hechos y las reclamaciones exitosas se han centrado por lo general "en la conducta atroz del acusado hacia el demandante en lugar de centrarse en ... La conducta atroz en dañar al animal."[5] Sin embargo, algunos estados promulgaron leyes en la década de 1800 que permiten solicitar indemnización por daños no económicos por perjuicio intencional a los animales. Taylor,[6] el demandado sabía del amor del demandante por sus caballos, pero sin embargo los vendió para que fueran sacarificados y mintió al demandante sobre lo que hizo con ellos. Hemos de tener en cuenta, sin embargo, que la conducta requerida al demandado, es la de causar daño al demandante (y no al animal) para que una reclamación IIED sea exitosa.[8]

Producción Negligente de daño Emocional
Pérdida de Compañía y Muerte Injusta
Negligencia Veterinaria
Deber de Cuidado o tratamiento Estándar
Causalidad
Bailment
Responsabilidad civil derivada de la Propiedad
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