Abstract

Remontándose a Sócrates y el ágora, Hannah Arendt, piensa que ahí estuvo la primera democracia. En Las Leyes, Platón limitó la política a las élites filosóficas y negó democracia y persuasión. Sin voluntad expresa de unir el gusto con la política y democracia, Kant en su tercera crítica retoma el juicio reflexionante o del gusto y cree que por su veracidad, espontaneidad y por su búsqueda de comunidad, basada en el gusto, es clave para la política: si uniéramos el sentimiento y la percepción en el juicio del gusto, aceptaríamos que tiene facetas que sirven a la filosofía política.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call