Abstract

El escritor argentino Roberto Arlt comenzó a escribir su columna “Aguafuertes porteñas” pocos días después de inaugurado el diario El Mundo, en mayo de 1928. Tal como el mismo título lo anticipa, en estas notas, el cronista representó los diferentes perfiles de la ciudad en vías de modernización. Así, pueden encontrarse dentro del corpus un sinfín de escenarios urbanos disímiles: estampas sobre el centro en las que fulguran carteles de neón, vistas portuarias y panoramas rurales. En relación con esto, la propuesta de este artículo consiste en estudiar las aguafuertes dedicadas a la descripción de los márgenes de la ciudad para analizar allí cómo y en relación con qué imágenes escriturarias y plásticas del período el escritor diagrama en sus textos ese espacio intermedio entre el campo y la ciudad. Se observará, entonces, el modo en que las representaciones de los bordes urbanos configuradas por Arlt coinciden tanto con el barrio del tango de las glosas de tangos de Enrique González Tuñón, como con los almacenes rosados y los cielos abiertos de los primeros poemas de Jorge Luis Borges y, también, con un gran conjunto de imágenes de prensa y de obras plásticas de artistas del período (Pío Collivadino, Lino E. Spilimbergo, Horacio Marcho, Horacio Cóppola, etc.).

Highlights

  • [en] “A diez cuadras de Rivadavia comenzaba la pampa”3 (“La pampa is ten blocks away from Rivadavia”)

  • As it is stated in the title

  • the chronicler has showed in these articles the different sides of the city undergoing the process

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Summary

Introducción

La escenografía en la que aparecen las aguafuertes porteñas de Roberto Arlt muestra una ciudad en vías de transformación: modernización del puerto, nuevo alumbrado público, aparición del subte, construcción del Teatro Colón, etc. Los cambios económicos, arquitectónicos y tecnológicos señalan la emergencia de una época vertiginosa abarrotada de aventuras (Romero 2005:247). La representación de la ciudad que Arlt imprime en sus notas para el El Mundo a partir de 1928 muestra no sólo una Buenos Aires geométrica, vanguardista y “futura” (Sarlo 1992), sino también una urbe expandida cuyos márgenes resultan definitorios para la configuración de la identidad porteña. Entonces, y a partir de la proliferación de textos críticos centrados en el análisis de las notas en las que predomina un tipo de mirada expresionista o vanguardista sobre el centro de la ciudad,[9] iniciamos una lectura del corpus completo de las aguafuertes porteñas (que incluye aproximadamente 1.200 crónicas) para intentar responder uno de los interrogantes que dieron origen a esta investigación: ¿qué otras zonas de Buenos Aires, además de la calle Corrientes, configuran la ciudad arltiana?. Spilimbergo, Horacio March, Horacio Cóppola, etc., y las imágenes textuales y materiales que Arlt, junto con un fotógrafo de El Mundo imprimieron en el periódico durante algunos meses de 1934 bajo el título “Buenos Aires se queja”

El deslinde como figura
Más allá del testimonio
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