ABSTRACTResults of a shadehouse experiment and a field study with seedlings and saplings of Inga leiocalycina Willd. (Legum‐inoseae), a canopy tree of American lowland tropical wet forests, indicated that plant light environment affects both (1) the degree of root colonization by vesicular‐arbuscular mycorrhizal (VAM) fungi and (2) the development of VAM structures in the root. Among shadehouse‐grown seedlings, VAM colonization increased with increasing light intensity, from a mean of 20 percent (21.5 cm colonized root) at a light level approximating forest understory environments to 47 percent (233.1 cm) at a light level found in centers of treefall gap environments. In contrast, VAM colonization levels were similar between gap and understory habitats among field‐collected sapling roots; however, the anatomy of the symbiosis differed between light environments. Roots of light gap saplings had significantly more intracellular fungal coils than understory sapling roots. At subsaturating levels for photosynthesis, light availability appeared to be a limiting resource for this symbiosis, restricting the extent of VAM fungal colonization and development of symbiotic structures. Despite this light‐mediated limitation, woody seedlings showed evidence of VAM fungi in 20 to 30 percent of their roots at light levels typical of the tropical wet forest ecosystem in general. I consider these results in the context of forest dynamics, and I suggest that, for woody seedlings, maintaining moderate levels of VAM in understory environments is of long‐term benefit because it enables them to respond rapidly to the increased nutrient demand imposed by their increased growth rate when canopy openings occur.ABSTRACTLos resultados de un experimento en cámara oscura y un estudio de campo con plántulas y arbolillos de Inga leiocalycina Willd. (Leguminoseae), un árbol del dosel de los bosques tropicales húmedos bajos de América, indicaron que el ambiente luminoso de la planta afecta tanto (1) el grado de colonización de la raíz por las micorrizas vesículo‐arbusculares (MVA) como (2) el desarrollo de sus estructuras en la raíz. Entre las plántulas de la cámara oscura, la colonizacion de MVA aumentó junto con la intensidad luminosa; de un promedio de 20 por ciento (21.5 cm de raíz colonizada), a un nivel de iluminación similar al del sotobosque, hasta 47 por ciento (233.1 cm), a un nivel similar al del centra de los claros de bosque. En contraste, los niveles de colonización de MVA fueron similares entre las raices de los arbolillos colectados en el campo, tanto en ambientes del sotobosque como en los claros de bosque, aunque la anatomía de la simbiosis fue diferente en los dos ambientes luminosos. Las raices de los arbolillos del claro del bosque tuvieron más ovillos micoticos que aquellas del sotobosque. A niveles subsaturados de fotosintesis, la disponibilidad de luz parece ser un recurso limitante para esta simbiosis, pues restringe la extensión de la colonización de MVA y el desarrollo de las estructuras simbióticas. A pesar de esta limitación, las plántulas leñosas muestran evidencia de MVA en 20–30 por ciento de sus raices a niveles de iluminación típicos de la mayoría de los bosques tropicales húmedos. Considerando estos resultados dentro del contexto de la dínamica forestal, puedo sugerir que mantener niveles moderados de MVA representa un beneficio a largo plazo para las plántulas leñosas del sotobosque, ya que les permite responder rápidamente a la demanda de nutrimentos que impone el incremento de su tasa de crecimiento cuando ocurren aperturas en el dosel.
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