Los programas de educación familiar trabajan con las habilidades parentales, comunicativas, relacionales y organizativas para fomentar el cambio social positivo. Se trata de unos programas donde el rol de los formadores es clave para implicar y motivar a las familias en los procesos de aprendizaje. En el presente artículo se investigan las características de los formadores, para identificar los factores de éxito de su trabajo durante las implementaciones. Se han llevado a cabo entrevistas y grupos de discusión con diferentes formadores del Programa de Competencia Familiar, una experiencia de trabajo socioeducativo con familias. Los resultados apuntan la importancia de las habilidades específicas con padres y con hijos, el rol de la experiencia y el peso de las habilidades comunicativas y de gestión del grupo. Las principales conclusiones señalan que los formadores, a través de la participación en el programa, valoran la necesidad de mejorar su formación y entrenamiento, así como también reconocen el efecto positivo del trabajo en equipo.
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