Preferred overall loudness. II: Listening through hearing aids in field and laboratory tests

Abstract

In a laboratory study, we found that normal-hearing and hearing-impaired listeners preferred less than normal overall calculated loudness (according to a loudness model of Moore & Glasberg, ). The current study verified those results using a research hearing aid. Fifteen hearing-impaired and eight normal-hearing participants used the hearing aid in the field and adjusted a volume control to give preferred in median loudness. The hearing aid logged the preferred volume control setting and the calculated loudness at that setting. The hearing-impaired participants preferred loudness levels of −14 phon re normal for input levels from 50 to 89 dB SPL. The normal-hearing participants preferred close to normal overall loudness. In subsequent laboratory tests, using the same hearing aid, both hearing-impaired and normal-hearing listeners preferred less than normal overall calculated loudness, and larger reductions for higher input levels. In summary, the hearing-impaired listeners preferred less than normal overall calculated loudness, whereas the results for the normal-hearing listeners were inconclusive.SumarioEn un estudio de laboratorio encontramos que normoacúsicos o hipoacúsicos prefieren una intensidad subjetiva global menor que la calculada (de acuerdo con el modelo de intensidad subjetiva de Moore & Glasberg, ). Este estudio verificó esos resultados usando un auxiliar auditivo de investigación. Quince hipoacúsicos y ocho normoacúsicos usaron el auxiliar auditivo en campo libre y ajustaron el control de volumen hasta el nivel de intensidad subjetiva preferido. El auxiliar auditivo conservó el nivel de control de volumen preferido y el nivel de intensidad subjetiva calculado para esa posición. Los hipoacúsicos prefirieron niveles de intensidad subjetiva de −14 phon re normal, para niveles de presentación de 50 a 89 dB SPL. Los normoacúsicos prefirieron niveles de intensidad subjetiva globales cerca de lo normal. En unas pruebas de laboratorio subsecuentes, usando el mismo auxiliar auditivo tanto los hipoacúsicos como los normoacúsicos prefirieron una intensidad subjetiva global menor que la calculada como normal así como amplias reducciones para los niveles de presentación mayores. En resumen, los hipoacúsicos prefieren intensidades subjetivas globales menores que las calculadas como normales, mientras que los resultados para los normoacúsicos no fueron concluyentes.