Abstract
Este artículo examina los desafíos contemporáneos de la epistemología de la teología moral, destacando la necesidad de superar anteriores visiones hegemónicas y monolíticas del conocimiento. Subraya la importancia de interpretar continuamente la revelación divina considerando su naturaleza encarnada e histórica, permitiendo una hermenéutica dinámica de ésta adecuada a los desafíos actuales. La construcción de la epistemología de la ética teológica contemporánea propuesta busca ser interdisciplinar y compleja, abogando por una teología moral que respete su autonomía epistemológica mientras se enriquece con aportes interdisciplinarios, evitando la fragmentación del conocimiento. Se examinan enfoques como el cuadrilátero wesleyano, la teoría del pensamiento complejo de Edgar Morin y el método de Bernard Lonergan para enriquecer esta perspectiva. Propone una epistemología abierta, relacional y permeable, que permita una exploración más amplia del ser humano, el mundo, y aquello que lo trasciende.
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