Abstract
El objetivo del presente trabajo es analizar la participación y posición de Estados Unidos y China en las cadenas globales de valor durante el periodo 1995-2020. Para ello, se utiliza la metodología propuesta por Koopman et al. (2014), quienes plantean algunos indicadores más confiables para medir el valor aportado por un país en particular dentro de las cadenas globales de valor. Los resultados muestran que China se caracterizó por ser una economía con mayor orientación hacia atrás en los encadenamientos productivos globales de 1995 a 2014, a causa de su papel predominante como país ensamblador y manufacturero, lo que trajo consigo un elevado flujo de importaciones de materias primas y componentes tecnológicos procedentes de otras economías para incorporarlos en la producción de bienes finales. Esta tendencia parece revertirse a partir del año 2015, cuando se observa una creciente participación hacia adelante en las cadenas globales de valor, lo que indica una fuerte amenaza para Estados Unidos, que suele mantener una fuerte participación hacia adelante, esto es, una posición de liderazgo en la creación de alto valor agregado mediante el diseño de productos y la innovación tecnológica, insumos que son esenciales para la producción global, lo que a su vez le otorga una gran influencia y liderazgo en la economía mundial.
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